¿Aún no tienes listas las fotografías de tu inmueble? No lo publicites hasta que las tengas. Con tanta información online disponible actualmente, sólo tienes un par de segundos para captar la atención de los posibles compradores.
Si hacen una búsqueda en Internet y tu casa no va acompañada de buenas imágenes, no hay nada a lo que vayan a prestar atención. Lo más seguro es que sigan adelante y no vuelvan a revisarla.
Ten en cuenta que las fotos de los móviles están muy bien para enviarlas informalmente entre amigos, pero no se pueden comparar con la calidad de las imágenes tomadas por un fotógrafo experimentado y con una buena cámara.
Si tú, o tu agente, no tenéis una cámara de buena calidad, ni experiencia en fotografía inmobiliaria, considera contratar a un profesional para que las haga. Si bien es un gasto adicional, piensa que cuando sacas una propiedad al mercado estás compitiendo contra otros muchos vendedores.
Si sus viviendas destacan con fotografías atractivas y la tuya no, tendrás más problemas para conseguir compradores interesa- dos, lo que podría provocar que tu casa permanezca en el mercado más tiempo del esperado.
Como propietario, obviamente sabes cuándo tu casa dispone de la mejor luz natural. Asegúrate de que las fotos se toman durante esos momentos y de que todo está limpio y ordenado antes de la sesión. Al igual que en un piso piloto, quita de en medio todos los juguetes de niños y mascotas, y despeja totalmente las distintas habitaciones.
Imagínate cómo hacen las sesiones de fotos las revistas de decoración o las tiendas de muebles para sus catálogos. ¿Crees que lanzarían una campaña con fotos de los muebles del salón manchados o con una iluminación inadecuada? Por supuesto que no, y tampoco deberías hacerlo tú.